EL ÚLTIMO DÍA


Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta era “no” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.” Steve Jobs

Puede sentirse o parecer fúnebre hablar acerca del último día de nuestra vida. Pero, atemorizados o no, indiferentes o no, el reflexionar sobre ese día en particular, nos invita a tener una perspectiva muy distinta de nuestra existencia y sobre todo, de lo que estamos haciendo con ella.

Como opinaba Steve Jobs, si vamos percibiendo casi de manera constante, la necesidad de hacer las cosas diferentes; de tomar otro tipo de decisiones; de pretender una cotidianeidad que nos deje satisfechos al final del día y no un sabor amargo de frustración con un cansancio que hasta resulta inconsistente con lo realizado… Algo debe cambiar.


Hace poco alguien me decía: ¡Estoy harto de escucharme a mí mismo quejarme por lo mismo cada día!-
Y me pareció excelente que, como primer paso, haya llegado a ese nivel de hartazgo, para después, y si su buena predisposición para ser feliz así se lo permite, orientarse hacia la toma de nuevas y diferentes decisiones. Decisiones que impliquen la imperiosa necesidad de “hacer algo al respecto” y no quedarse simplemente en la “queja”, en esa filosofía determinista que sostiene que nada se puede hacer con nuestra vida, que ella no nos pertenece y por lo tanto, estamos inmersos en un destino del que no podemos escapar.

¡Nada más lejos de la verdad!!!
“Partiendo de la teoría propuesta por Viktor E. Frankl, tu motivación primordial es (como la de todo ser humano) encontrar sentido a tu existencia por medio de tu voluntad, de tu voluntad de sentido (Frankl, 2003).
Mas la espiritualidad en ti está siempre presente, pero latente. Tu eres posibilidad (Jaspers, 2013), eres libertad que espera ser desplegada por medio de tu conciencia, de tu autoconciencia, para ser llevada a la acción por medio de tu decisión. Eres tú descubriéndote a ti mismo(a) en situación, tus restricciones, límites y condicionamientos, para elevarte libre sobre ellos.” (Alejandro Salomón Paredes y Juan Pablo Díaz del Castillo B. en “Encontrando y realizando sentido”)

Somos nuestra propia motivación; el descubrirnos a nosotros mismos cada día es una consigna ineludible.
No existen barreras que puedan detenernos, cuando apelando a nuestra libertad, nos disponemos a superar cualquier condición que nos limite a encontrar la felicidad que nos merecemos.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nos olvidamos de Dios

SOLIDARIDAD DESDE ADENTRO

COMPROMISO INELUDIBLE